domingo, 29 de noviembre de 2015

Tu paisaje

Hoy la entrada no será de ficción por mi parte, aunque ganas no me falten, porque hay cosas que necesito analizar antes de volver a exponer mi alma en las letras. Sí, es cierto que la literatura dice mucho de sus autores, será por eso que no soy de investigarlos antes de caer en su garras, o en sus hojas, en sus ríos de tinta.
Pero ¡basta!. Basta ya de prolegómenos innecesarios porque la literatura nos espera. Quiere que la leamos y hagamos de ella una esclava nuestra. Nos pide que hagamos de nuestra sangre, tinta y nos ruega que escribamos con ella, con esa sangre/tinta la página más maravillosa de nuestra historia.
No te lo estoy diciendo, te lo estoy gritando porque son las letras que me pide que te lo diga así. Que tu sangre, que ahora es tinta, escriba lo más lindo y lo más horrible que nos ha dado la existencia. Cualquier cosa. Lo que te pase. No importa qué, alcanza que ocupe alguno de esos extremos.
Movete, y que tu sangre haga de tu vida la mejor de las literaturas.

Elegir mi paisaje

Si pudiera elegir mi paisaje
de cosas memorables, mi paisaje
de otoño desolado,
elegiría, robaría esta calle
que es anterior a mí y a todos.


Ella devuelve mi mirada inservible,
la de hace apenas quince o veinte años
cuando la casa verde envenenaba el cielo.
Por eso es cruel dejarla recién atardecida
con tantos balcones como nidos a solas
y tantos pasos como nunca esperados.


Aquí estarán siempre, aquí, los enemigos,
los espías aleves de la soledad,
las piernas de mujer que arrastran a mis ojos
lejos de la ecuación de dos incógnitas.

Aquí hay pájaros, lluvia, alguna muerte,
hojas secas, bocinas y nombres desolados,
nubes que van creciendo en mi ventana
mientras la humedad trae lamentos y moscas.

Sin embargo existe también el pasado
con sus súbitas rosas y modestos escándalos
con sus duros sonidos de una ansiedad cualquiera
y su insignificante comezón de recuerdos.

Ah si pudiera elegir mi paisaje
elegiría, robaría esta calle,
esta calle recién atardecida
en la que encarnizadamente revivo
y de la que sé con estricta nostalgia
el número y el nombre de sus setenta árboles.

Mario Benedetti

FUENTE: Lee todo en: Elegir mi paisaje - Poemas de Mario Benedetti http://www.poemas-del-alma.com/mario-benedetti-elegir-mi-paisaje.htm#ixzz3swDvQUhl

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